Alfredo Sanz Corma, presidente del Consejo General de Arquitectura Técnica de España (CGATE)
Hacer frente a los desafíos que supone para el sector de la edificación la lucha contra el cambio climático, y que pasa por la descarbonización de los inmuebles que habitamos, es una labor que debemos abordar de manera conjunta, implicando a todos los agentes sociales, administraciones y empresas. Así nos los traslada Alfredo Sanz Corma, presidente del CGATE y embajador de la campaña Building Life, que insiste en la necesidad de actuar sobre las emisiones operativas y las incorporadas, destacando el papel del arquitecto técnico como agente clave a la hora de evaluar el estado del edificio y cuantificar sus posibilidades de mejora.
¿Por qué es tan importante abordar la descarbonización del parque edificado en los próximos años?
Por múltiples motivos, pero básicamente porque los edificios son los grandes consumidores de energía y productores de emisiones contaminantes. Se necesita actualizar el parque edificado para que los edificios ahorren energía (y por tanto, dinero) y proporcionen confort a sus habitantes.
De esta forma ganaremos en sostenibilidad económica, social y medioambiental, contribuyendo desde el corazón de las ciudades a la lucha contra el cambio climático.
¿Vamos por el buen camino para conseguir la descarbonización en todo el ciclo de vida de los edificios? Hablamos tanto de carbono operativo, como de carbono embebido.
Pues según los datos que manejamos, los edificios y las infraestructuras, son responsables del 39% de todas las emisiones de carbono en el mundo. De este 39%, un 28% corresponde a las emisiones operativas, es decir aquellas que se producen al calentar, enfriar o iluminar los edificios. El 11% restante proviene de las emisiones de carbono incorporadas o iniciales que están asociadas con los materiales y procesos de construcción.
En el CGATE creemos que se debe actuar sobre los dos tipos de emisiones para estar en ese “buen camino” que nos exige la descarbonización del ciclo de vida de los edificios y que no es otro que mantener el aumento de la temperatura global en 1.5ºC.
Hace un par de años, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), realizó un estudio que confirmaba que tradicionalmente solo se han tenido en cuenta las emisiones operativas. Los objetivos que tenemos son tan ambiciosos que hay que intervenir sobre todos los frentes y con todas las herramientas a nuestro alcance para lograrlos.
¿Dónde están las principales dificultades?
Necesitamos una acción coordinada del sector. Por un lado, la apuesta de la industria debe ser decidida para reducir al máximo estas emisiones de carbono asociadas. Pero también debemos actuar todos los agentes del sector para limitar las emisiones operativas, sobre todo si tenemos en cuenta que las estimaciones de los expertos prevén que las nuevas viviendas se dupliquen hasta 2060.
Además de esta acción coordinada, el carácter urgente de las actuaciones también juega en nuestra contra. No podemos esperar sine die para empezar a actuar dada la urgencia climática y la magnitud de la tarea que tenemos por delante.
Por último, entre otras barreras a la descarbonización está la falta de concienciación ciudadana que ralentiza todo el proceso.
¿Cuáles son las fortalezas del sector de la construcción español?
A nuestro juicio, contamos en España con una industria que está demostrando un gran afán por la innovación y unos profesionales que avanzan diariamente en los procesos para calcular, rastrear e informar sobre las emisiones de carbono incorporadas en los procesos de edificación y, de forma añadida, buscar soluciones para disminuirlas.
Las administraciones, lideradas por Bruselas, también han hecho importantes avances para implementar nuevas normativas a nivel local, nacional y regional que contribuyan a disminuir las emisiones.
¿Los fondos europeos son la solución o solo el principio del cambio?
Son solo parte de la solución o, como dices, el principio de ese cambio. Por muchas ayudas que lleguen de Europa, sino somos capaces de trasladar a los ciudadanos las bondades de la rehabilitación energética de edificios, acabarán quedándose en un cajón, como ha pasado en otras ocasiones.
No podemos perder la oportunidad de, al mismo tiempo que estimulamos la economía, tras los reveses y parones sufridos durante todos estos meses de pandemia, mejorar nuestro parque edificado y hacer de nuestros hogares, espacios seguros, saludables, confortables, eficientes y sostenibles.
¿Cuál es el papel del arquitecto técnico para abordar este reto?
Nuestro papel va a ser clave en todo este proceso, y estamos preparados para afrontarlo. Dentro del desempeño de nuestras competencias, los arquitectos técnicos tendremos un papel importante para evaluar y cuantificar las posibilidades de mejora de los edificios, a través del Libro del Edificio Existente y de las actuaciones rehabilitadoras en el ámbito de nuestras competencias.
También jugaremos un rol muy importante en todo el proceso de gestión de estas ayudas, acompañando y asesorando a los propietarios en las, no siempre fáciles, gestiones para obtener las subvenciones, en la ejecución de las obras de rehabilitación y en la justificación final de los objetivos conseguidos. No podemos olvidar que estos fondos estimulan el aumento de la eficiencia energética (mejora de letras en el comportamiento energético del inmueble). Documentar todo este proceso es fundamental.
¿Desde el CGATE qué acciones se están llevando a cabo para lograr el reto de la descarbonización?
Los distintos Colegios de Aparejadores y Arquitectos Técnicos ya han comenzado a prestar, en sus respectivas comunidades autónomas y provincias, los servicios de asesoramiento, prescripción y tramitación de las distintas solicitudes de ayudas aprobadas en sus territorios.
También desde nuestro Consejo General, además de prestar ayuda a los distintos Colegios, hemos firmado sendos convenios con el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España (CGCAFE) y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) para contribuir, de una manera centralizada, en la difusión de la información a las comunidades de propietarios, por un lado, y a la gestión y tramitación de las distintas actuaciones subvencionables, por otro.
Hemos desarrollado una calculadora energética que ya cuenta con mas de 6.000 visitas, para ayudar a simular la situación origen y la final prevista.
Por supuesto, estamos al lado de la Administración para prestar nuestra ayuda y colaboración en todo este proceso que creemos fundamental para sentar las bases de nuestra sociedad del futuro.
¿Cuál está siendo la respuesta de los profesionales de la arquitectura técnica a este compromiso con la descarbonización?
Notamos mucha ilusión ante los retos profesionales que se presentan para nuestra profesión. Sin embargo, no podemos obviar algunas dificultades que ensombrecen todo el proceso: la falta de materias primas, los problemas logísticos, los precios de la energía y, sobre todo, la falta de personal para trabajar en las obras, pueden crear un cuello de botella que impidan que avancemos tan rápido como nosotros queremos y la sociedad demanda.