Green Building Council España

Escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Andimac y Cuida tu Casa. 
Nuestra casa es el lugar en el que más tiempo pasamos, y 2020 nos ayudó a ser conscientes de lo importante que es tener unas condiciones que garanticen nuestro bienestar, descanso y calidad de vida.
Pero… ¿de qué depende este bienestar? Pues de muchos factores, algunos de ellos obvios, pero otros ‘invisibles’, y son precisamente estos los que más influyen en nuestra calidad de vida. Entre algunos aspectos invisibles está la utilización de materiales sostenibles o la eficiencia energética, que no solo favorecen nuestro bienestar y confort, sino que además contribuyen a la sostenibilidad de nuestras viviendas y nos ayudan a avanzar hacia la consecución de un objetivo global: la descarbonización de nuestros edificios y ciudades.
Según el informe anual que realizamos desde Andimac y Cuida Tu Casa, en 2020 la nota general que dieron los españoles a sus viviendas es de un 6,8. Puede parecer una buena valoración, aunque hay que tener en cuenta que se trata de una percepción subjetiva: por ejemplo, si en nuestras casas escuchamos mucho ruido de los vecinos o de la calle, siempre que éste no supere cierto umbral, nos terminamos acostumbrando y, por tanto, tendemos a adaptarnos e “integrar” estas molestias en nuestro día, aunque nos afecten negativamente. Solemos ser muy conformistas con todo lo que tiene que ver con el hogar y, por eso, al valorar distintos aspectos de nuestras casas, muchas veces el estado ‘objetivo’ de nuestra vivienda será peor que nuestro grado subjetivo de bienestar.
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¿Qué factores son los peor valorados de nuestras casas?
Durante los meses de confinamiento nos hicimos más conscientes de las carencias de nuestros hogares y de las áreas que podían mejorar, y en este sentido son 3 los aspectos peor valorados:
El confort acústico: aumentamos en más de un 90% el tiempo que pasábamos en casa, por lo que los ruidos de vecinos, de la calle o de las propias instalaciones (tuberías, etc.) se hicieron más patentes… y más molestos. Este punto se podría solucionar con reformas como el aislamiento de la envolvente o instalando aislamiento acústico en las ventanas, en el caso del ruido proveniente del exterior; si se trata de ruidos de los propios vecinos o de otras habitaciones de la misma casa, la solución pasa por instalar material aislante en muros internos, aislamiento de tuberías o instalar placas de cartón-yeso en los tabiques de separación.
El confort térmico: las consecuencias de tener unas ventanas mal selladas o no disponer de aislamiento en los muros por la edad de nuestro edificio, por ejemplo, pueden hacer que pasemos frío o calor y que nuestra factura de la luz o el gas se incremente considerablemente. Mejorando los cerramientos se puede lograr una considerable mejora: por ejemplo, revisando los sellados, sustituyendo los vidrios simples por dobles e instalando ventanas con rotura de puente térmico.
Ergonomía: se trata de la capacidad de adaptar el mobiliario y el resto de elementos de cada espacio a las necesidades de las personas, así que tiene todo el sentido del mundo que este año -con motivo de la implantación masiva del teletrabajo- hayamos dado especial importancia a este aspecto.
 
¿Y los mejor valorados?
En el otro lado de la balanza, el confort lumínico, la accesibilidad y el ahorro energético son las categorías mejor valoradas por los españoles. Pero incluso en estas áreas aún queda mucho margen de mejora. Por ejemplo, en temas relacionados con la eficiencia energética, aún podemos reducir mucho más el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente y mejorar al mismo tiempo nuestra economía personal, sin olvidar el confort que nos puede generar.
Debemos estudiar la eficiencia de los sistemas de cada vivienda, para ver en qué puntos se puede mejorar para sacar mayor provecho y evitar despilfarros sin perder el confort en casa.
Pequeños cambios en aspectos como la iluminación, el aislamiento, o la presión y utilización del agua pueden suponer un gran cambio para el medio ambiente y para nuestro bolsillo.