Las metas y objetivos para alcanzar la neutralidad climática en 2050 son un reto para el sector de la construcción que requiere de soluciones sostenibles
Escrito por Ana Belén Noriega Bravo, Secretaria General de PEFC España
Las políticas europeas e internacionales como el Pacto Verde Europeo o la Propuesta de Reglamento de Productos Libres de Deforestación, así como la demanda de un modelo constructivo climáticamente neutro es una realidad a la que los arquitectos, interioristas, proyectistas, empresas y prescriptores de la madera buscan solución. El sector de la edificación y la construcción es responsable del 38% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global (PNUMA), por lo que tiene como prioridad una transición hacia un modelo económico sostenible con la madera como material idóneo.
La madera es un material de cualidades inigualables para alcanzar la neutralidad climática, ya que almacena el CO2 durante todo su ciclo de vida y es reciclable y biodegradable, funcionando como elemento clave en la bioeconomía. La madera procede de diferentes especies forestales como el pino, el abeto, el alerce, el castaño, el roble, el chopo, ofreciendo diferentes características en función de las necesidades de los proyectos constructivos. Se trata de un material versátil con excelente comportamiento térmico y altos niveles de estanqueidad al aire, lo que le dota de valor para cumplir los objetivos energéticos fijados por las diferentes normativas. Pero para que su producción sea sostenible en el tiempo y no comprometa a las generaciones futuras, necesita proceder de bosques que cuenten con mecanismos de verificación de una gestión forestal sostenible, como la certificación forestal PEFC, lo que permite avalar que el aprovechamiento de los recursos madereros del bosque aseguran unas condiciones económicas, sociales y medioambientales justas y responsables, desde el bosque hasta el consumidor final, impidiendo la deforestación y la tala ilegal y contribuyendo a la regeneración y crecimiento de los bosques.
Por ello, cada vez más arquitectos, interioristas, diseñadores, contratistas y otros prescriptores en el sector de la edificación y la construcción eligen madera certificada para avalar que se extrae de fuentes legales y bosques gestionados de manera responsable, asegurando la trazabilidad en todos los eslabones de la cadena de suministro y sirviendo de alternativa al acero y al hormigón, ésto reduce en un 30% y en un 40%, respectivamente, las emisiones de CO2 y el consumo de energía durante su fabricación (UNECE). En este sentido, la innovación en este sector para encontrar las mejores prácticas medioambientales ha permitido obtener productos técnicos de madera que ofrecen una alternativa sostenible y un confort inigualable en términos de habitabilidad. Así, la madera con certificación forestal está adquiriendo una gran importancia en muchos proyectos constructivos, tanto en interiores como en su uso estructural, incluyendo tableros contrachapados, madera laminada encolada (MLE), madera contralaminada (CLT), madera de chapa laminada, madera microlaminada y vigas (PSL, LSL, OSL). También, se utiliza en la fabricación de suelos, tarimas, cubiertas y revestimientos, así como elementos de carpintería tales como ventanas, puertas y escaleras. Otra tendencia es el empleo de construcciones modulares prefabricadas de madera, un método que disminuye la generación de residuos y agiliza el proceso de construcción.
La madera certificada aporta una ventaja competitiva y un valor añadido a los edificios, puesto que se le asigna una excelente calificación en los principales sistemas de certificación de construcción sostenible a nivel internacional, incluyendo el sistema LEED del Green Building Council de Estados Unidos, el BREEAM de Building Research Establishment en Reino Unido, el Estándar de Construcción WELL del International Building Institute, el Built Green en Canadá, el sistema VERDE en España de GBC, el RICS Ska y el CASBEE en Japón y el GBC de Australia. Esto conlleva a que las empresas que comercializan o utilizan productos de madera con certificación forestal tengan mejor puntuación frente a otras maderas no certificadas y, por tanto, más posibilidad de acceso a concursos públicos, ayudas o solicitud de certificaciones de excelencia.
Con el fin de promover el uso de madera y productos derivados con certificación PEFC como material principal sostenible en los proyectos constructivos y asegurar la sostenibilidad global de los bosques y sus aprovechamientos madereros, PEFC, organización sin ánimo de lucro que promueve la sostenibilidad de los bosques, está desarrollando la campaña internacional “Diseñando el futuro con madera sostenible”, a la que cualquier profesional puede sumarse para compartir los proyectos constructivos en los que se utilice madera de origen sostenible.
Más información en: www.pefc.es