Nuria Matarredona, directora general de Innovación Ecológica de la Construcción en la Generalitat Valenciana, se ha unido como embajadora al proyecto BuildingLife, cuyo objetivo es abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida y alcanzar una Europa climáticamente neutra para 2050.
La embajadora y experta en edificación sostenible, comparte su visión sobre de la descarbonización de los edificios y el papel de la administración pública para acelerar la transformación del sector, entre otras cuestiones clave para alcanzar el consumo neutro del parque edificado.
La construcción va lenta en su camino hacia la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera, ¿cuáles crees que son los motivos?
En un escenario claramente señalado por la emergencia climática, no hay tiempo que perder. En los últimos años se ha avanzado decididamente en la descarbonización de la construcción, pero queda mucho por hacer todavía. La transición hacia un modelo circular que fomente la rehabilitación y el uso eficiente de los recursos, desde el agua o la energía a los edificios ya existentes, es clave. Se debe continuar apostando por la I+D+i y la transferencia de conocimiento como catalizador de un cambio de paradigma.
¿Cómo puede la administración pública impulsar su aceleración?
Sin duda alguna, fomentar la contratación pública ecológica de edificación es clave si tenemos en cuenta su impacto a todos los niveles. Además, potenciar la función ejemplarizante de la administración promoviendo una arquitectura más respetuosa con el medio ambiente y las personas es crucial para contagiar a la iniciativa pública.
Como directora de innovación ecológica de la construcción, ¿cuáles son las transformaciones o innovaciones claves para hacer la construcción baja en carbono?
La hipocarbonización del sector es una cuestión poliédrica que debe abordarse desde diversas perspectivas. Por ejemplo, un importante porcentaje de emisiones de CO2 tiene que ver precisamente con la fase de uso de los edificios. Desde el diseño es posible reducir la demanda primaria de energía considerando el uso de estrategias bioclimáticas, pero también puede hacerlo sensibilizar a la ciudadanía. El camino hacia la sostenibilidad medioambiental es indisoluble de su dimensión social y económica.
¿Como hacer un seguimiento, más allá del cumplimiento, para que las emisiones de CO2 se reduzcan en la realidad, no en el papel?
Disponer de información es clave para conocer el desempeño de nuestros edificios en fase de uso. Antes mencionaba el importante papel que puede jugar la ciudadanía. Facilitando sistemas de monitorización de consumos que evidencian con datos el impacto de las acciones individuales sin duda favorece nuevos mecanismos de gobernanza y un uso más responsable de los recursos.
¿Has oído hablar del pasaporte del edificio? ¿Cómo los ayuntamientos medirán su evolución?
El pasaporte del edificio puede ser una herramienta de gran interés para fomentar una imprescindible cultura de rehabilitación.
¿Cómo impulsar la economía y la fabricación local, como clara acción en la reducción de CO2 en todo su ciclo de vida?
La promoción de la bioconstrucción y el uso de materiales kilómetro cero pueden tener un impacto decisivo en el fomento de una edificación que considere el cradle to cradle como eje esencial para la descarbonización. La demanda de este tipo de productos puede venir determinada desde las licitaciones públicas o el interés de la ciudadanía por reducir la huella de carbono de sus viviendas.
Acerca de BuildingLife
BuildingLife es un proyecto liderado y coordinado por World Green Building Council (WorldGBC) y GBC España, en el que 10 Green Building Councils europeos (Alemania, Croacia, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido) van a impulsar la acción climática en el sector de la edificación para la descarbonización del entorno construido en todo su ciclo de vida. Para ello generarán una hoja de ruta a nivel europeo y hojas de ruta nacionales en los 10 países participantes que guíen los cambios a llevar a cabo en los próximos años.
Mediante la combinación de acciones del sector privado con políticas públicas, #BuildingLife pretende abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida. El proyecto no solo se centra en las emisiones operativas de los edificios, sino también en el impacto ambiental de las fases de fabricación, transporte, construcción y fin de vida de los activos construidos, a menudo denominadas emisiones incorporadas.