Escrito por: Blanca Gutiérrez, secretaria general de AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización.
Las cubiertas representan el 22% de la superficie de una ciudad, y por ellas se pierde casi el 30% de la energía de un edificio si estas no están bien diseñadas e instaladas. La forma en la que esté construido el edificio o las infraestructuras con las que cuenta van a influir en su comportamiento térmico.
Las cubiertas pueden llegar a ser responsables del 30% de la pérdida de energía de un edificio.
En época estival, con las altas temperaturas, el efecto “isla de calor urbana”, fenómeno de origen térmico que se da en el centro de las ciudades debido a la diferencia de temperatura existente, es causa de un incremento del consumo eléctrico, aumento de los costes de acondicionamiento y una mayor contaminación.
Sin embargo, hoy contamos con soluciones innovadoras que permiten mitigar este efecto: las cubiertas reflectantes denominadas “Cool Roof” o de “techo frío” que, además, permiten ahorrar energía. Son la mejor solución en países que, como España, tienen una alta insolación.
Debemos tener en cuenta que, mientras que una cubierta oscura absorbe el calor aumentando con ello la temperatura de su superficie y de las estancias inferiores, una cubierta clara, altamente reflectante, permite evitar los efectos negativos de la acción solar y, por tanto, contribuir a ralentizar el cambio climático.
Con el aumento de la temperatura en la superficie de la cubierta oscura, se incrementa el consumo de energía necesaria para refrigerar y, en consecuencia, las emisiones de CO2. Al mismo tiempo el aumento de temperatura también influye negativamente en el confort interior de las viviendas. En cambio, una cubierta blanca ofrece una elevada reflectancia y emisividad térmica, además de una reducción del temido efecto “isla de calor”.
La reflectancia solar y la emitancia térmica de un material, en combinación con la temperatura superficial determinan el índice SRI (Índice de Reflectancia Solar), que nos permite conocer la eficiencia energética que es capaz de aportar un producto al edificio en el que se instala. A mayor SRI, menor sobrecalentamiento de la vivienda o el edificio.
Para conseguir un alto SRI en la cubierta, existen productos de impermeabilización de color blanco que, por su poder reflectivo, son capaces de reducir la carga térmica y otorgan una excelente resistencia de la cubierta a la radiación ultravioleta (UV).
El ahorro de energía se consigue mediante el uso de membranas blancas de alta reflectancia, con alto SRI, bajo ensuciamiento y alta emitancia térmica. Estas láminas hacen que la cubierta no absorba toda la radiación UV que incide sobre ella y de esta manera evitan el calentamiento de la superficie y la transmisión de calor al interior del edificio.
Gracias al uso de membranas blancas de alta reflectancia y emitancia térmica se evita el calentamiento de la superficie y la transmisión de calor al interior del edificio.
En el mercado podemos encontrar diversas soluciones como láminas sintéticas en TPO/FPO, en PVC-P, en EVA-EBA, láminas bituminosas en terminación mineral, acabados poliuretánicos, acrílicos e híbridos. Una amplia gama de productos que, aplicados de forma correcta sobre la cubierta, reducirán el efecto “isla de calor” procurando un alto confort interior y un mayor ahorro energético.
Con 7 asociados, AIFIm es una organización sin ánimo de lucro que agrupa a empresas que fabrican y comercializan soluciones de impermeabilización para edificación y obra civil. Nacida en 2018, tiene como objetivo principal la representación y defensa de los intereses de la industria de la impermeabilización. Para ello, emprende acciones de promoción del sector, realiza estudios y fomenta el nivel de calidad de los productos, la competitividad de las empresas y su compromiso con la sostenibilidad económica, medioambiental y social. .