Urgencias relacionadas: Descarbonización, Salud
Laudelino Javier Sánchez de León Linares, ingeniero en AIR QUALITY PROSESCAN
Imágenes del Observatorio de la Tierra / NASA, Calima de origen sahariano sobre la península Ibérica
Continuando con el artículo previo cuyo título es “CO2 y VENTILACIÓN ¿BINOMIO PERFECTO?” y ante las cuestiones planteadas al final sobre ventilar tan solo considerando el CO2, gastos económicos y optimizar la calidad del aire, tenemos que plantearnos una visión global partiendo de la base de un fenómeno recurrente, que cada vez golpea más y más a Canarias, a la Península Ibérica, ya a gran parte de Europa y que ha llegado incluso a América. Hablamos del polvo en suspensión procedente del Sáhara, la calima, fenómeno cada vez más recurrente y que cada vez se produce con mayor intensidad.
Partiendo de la base que el cambio climático, si bien tiene una base histórica natural (se ha producido desde que el Planeta Tierra nació, evolucionando el clima a la vez que el planeta iba cambiando), actualmente también existe una fuerte influencia humana, principalmente por el empleo de energías fósiles. Dichas energías fósiles emiten a la atmósfera CO2 y otros gases que, como se indicó en el capítulo previo, se “convierten” a emisiones de CO2 equivalentes. Con este CO2 lo que se produce es el “efecto invernadero”, calentamiento del mundo entero, que NO implica que no haya inviernos o que los mismos dejen de ser crudos necesariamente. Nuestro planeta está en equilibrio, con zonas cálidas, templadas y frías. Este calentamiento global lleva tiempo, no es isofacto como un interruptor de encendido del alumbrado, genera desequilibrios, entre otros en los polos, de ahí que haya inviernos donde, al desestabilizarse los polos, se produzcan “corrientes de chorro”. Esto sería similar a tener una olla exprés sometida a una gran presión por subir la temperatura en el fuego, por la válvula escapa el vapor a gran velocidad y distancia. El ejemplo de la olla exprés es con calor, pero, si lo pensamos, es similar al fenómeno que se da en los polos. Tenemos un calentamiento global, que afecta a los polos, al aumentar la temperatura igualmente aumenta la presión sobre dichos polos, como consecuencia, estas zonas comienzan a ser inestables, se ven sometidas a una enorme presión, y, al final, producen un escape, una corriente de chorro de un frío extremo, similar a lo que ocurre en la válvula de la olla exprés, que, en el caso de España se denominó “Filomena”.
Retomando el tema de las calimas, se trata del polvo del Sáhara que es arrastrado por el aire miles de kilómetros, este fenómeno se produce desde casi ni se sabe. Desde que existen registros históricos las calimas han afectado especialmente a las Islas Canarias, por su proximidad al Sáhara y por estar expuestas a la climatología y vientos varios procedentes del continente africano que se desplazan hacia América. Ahora bien, según el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, para las emisiones de contaminantes procedentes de fuentes de contaminación naturales “no se considerarán superaciones a los efectos de cumplimiento de la normativa y no originarán obligación de ejecutar planes de actuación” (*). Básicamente, según la definición dada por la Directiva 2008/50/CE (en la que se basa igualmente nuestro Ministerio para decir lo que dice (**)), las emisiones de fuentes de contaminación naturales serían aquellas “emisiones de agentes contaminantes no causadas directa ni indirectamente por actividades humanas”. Citan por ejemplo las erupciones volcánicas, así como el polvo en suspensión procedente de zonas áridas. Desgraciadamente, el volcán de la isla de La Palma es un claro ejemplo.
(*) Fuentes Naturales (miteco.gob.es)
Las calimas, en los datos históricos que se tienen, (antes se podían encontrar en CALÍOPE, CALIdad del aire Operacional Para España, operado por el Barcelona Supercomputing Center, ahora se podrían buscar a través del AEMET, entre otros), mostraban unas calimas de relativa baja frecuencia que influían principalmente en Canarias. Más recientemente, esta frecuencia ha cambiado más que notablemente y su influencia es mucho mayor afectando a muchas más zonas de toda Europa llevándose los países al Sur, el pleno, por su proximidad al continente africano (España uno de los que más).
Ante esto, hay que ver qué influencia tiene para la ventilación, pero antes que eso cabe destacar que existe una contradicción. Si las fuentes de contaminación naturales no son o no tienen influencia ni directa ni indirecta por la acción del hombre y el cambio climático sí que tiene que ver con la acción humana (de ahí que posiblemente hayan aumentado estas calimas en frecuencia y en intensidad), a ver cómo se explica el por qué, sabiendo esto, que sí que hay más que probable influencia humana, se siguen descontando como contaminantes al considerarse naturales y no se pide tomar medidas al respecto a ningún país miembro. Con esto ocurre lo mismo que con las cosas “del querer”, que no las entiende “ni el Tato”. Bromas aparte, esto tiene una repercusión muy seria en nuestra salud y, aunque las webs o medidores oficiales de organismos públicos marquen una buena calidad del aire (que podría pasar al descontar estas partículas en suspensión siendo legal), aquí no hay magia, las partículas en suspensión siguen estando ahí y siguen afectándonos, la cuestión es “¿cómo?”.
Ante la pregunta, la respuesta no es demasiado alentadora, cabe citarse dos fuentes, de las cuales les pasamos dos links por si desean ampliar información al respecto y verificar lo que les vamos a indicar. La primera es del Blog del AEMET (Agencia Española de Meteorología), Intrusiones de polvo del Sahara en España y su impacto en salud | Aemetblog , la segunda, una nota de prensa de la OMS (Organización Mundial de la Salud), del año 2014 en la que se trataba específicamente las muertes en el mundo debido a la mala calidad del aire, 7 millones de muertes cada año debidas a la contaminación atmosférica (who.int)
La OMS publica el primer mapa de la contaminación mundial
De la primera fuente mencionada (AEMET), para Madrid y Barcelona, (que el propio blog indica que se hacen pocos estudios al respecto sobre la influencia del polvo sahariano en la salud de la población española salvo casos concretos como mencionamos), lo que indica no es muy alentador. Se menciona específicamente que durante las calimas (presencia de determinado tipo de partículas en el aire, PM2,5 y PM10), el aumento de mortalidad diaria en ambas ciudades crece, así como el aumento de urgencias hospitalarias. Para Canarias esto es incluso más pronunciado. Para casos en general no mejora la cosa citándose, literalmente, que pueden afectar a mujeres embarazadas “y se relacionaría con causas de prematuridad y bajo peso al nacer.”
Fuente: Blog AEMET.
De la segunda fuente (la OMS), de su nota de prensa, cabría señalarse que las principales causas de muerte por mala calidad del aire tanto en exterior como en interior son las relacionadas con los problemas cardio-vasculares si bien superadas por los accidentes cerebro-vasculares en INTERIORES, es decir, los ictus, también denominados derrames cerebrales. Estas enfermedades (incluso cáncer), proceden, entre otros, de humos y de hollín, ¿les suena?, nuevamente de partículas.
Fuente: Organización Mundial de la Salud
Por todo lo expuesto se pueden sacar varias conclusiones:
- Ventilar basándonos tan solo en un contaminante como es el CO2, sin tener en cuenta otros contaminantes, no parece ser la mejor de las opciones.
- Es necesaria la ventilación constante y segura siendo contraproducente la ventilación natural en determinadas épocas del año.
- El mejor gasto y mayor ahorro que podamos tener por realizar una adecuada ventilación es nuestra propia salud, literalmente nos puede ir la vida en ello.
No queda lo expuesto meramente aquí, ¿habrá otros métodos para ahorrar energía en ventilación? ¿se podrían producir otro tipo de ahorros por realizar la ventilación de otra forma, con otra metodología o incorporando sistemas que, hasta la fecha, en países de Europa, especialmente en España, no se habían observado previamente?
Como la vez anterior, para las cuestiones planteadas les emplazamos o a que esperen al próximo artículo o a que nos consulten.