La independencia, la objetividad y la transparencia son factores clave para la calidad de una certificación.
Para lograrlo, se diferencia el técnico que realiza la evaluación del organismo que emite el certificado y otorga la valoración final del edificio
La certificación es simultánea al proceso de edificación. Es decir, no es a posteriori si no que, cuanto antes se integre en el proyecto, mejores serán los resultados y más eficiente será su aplicación. En el escenario ideal, la certificación se contempla y acompaña al promotor desde la fase de diseño.
El Sistema de Certificación brinda asistencia desde el concepto inicial hasta la finalización final. Esto resalta los posibles errores y deficiencias en una etapa temprana y hace que la calidad sea medible y transparente. El proceso de certificación lo realiza el auditor. El contratista recurre a un auditor DGNB adecuado en el que confía. La función de búsqueda en el sitio web de GBCe es una herramienta útil para encontrar a la persona adecuada. El auditor apoya al contratista y supervisa el proceso desde el registro a través de la certificación hasta la conclusión. El contratista celebra un contrato con el auditor y un contrato de certificación con GBCe. No existe relación contractual entre GBCe y el auditor a fin de garantizar el mayor grado posible de objetividad e independencia.