Green Building Council España

Gonzalo Anguita es el director Ejecutivo de FSC España y embajador del proyecto Building Life. Con él hablamos del uso de la madera en edificación, una tendencia al alza –sobre todo en el ámbito de la construcción industrializada–, que debe ser gestionada con criterios de sostenibilidad para evitar la sobreexplotación de los bosques. “Incrementar las tasas de corta hasta un 50% o 60% no comprometería la sostenibilidad de los bosques y ayudaría a luchar contra otros problemas, como los incendios forestales”, señala. “Pero para garantizar la salud de los bosques, necesitamos incorporar herramientas de ordenación y planificación”.
 
¿Cómo definiría el parque edificado de España?
El parque edificado español, sobre todo en el ámbito residencial, está muy desfasado, especialmente en aquellos aspectos que tienen que ver con la eficiencia energética. Este aspecto, que es prioritario y básico en el contexto de una hoja de ruta para la descarbonización, tan solo se está teniendo en cuenta en la obra nueva. Si hablamos de rehabilitación tenemos un enorme gap respecto a los planes y objetivos que se han fijado tanto para dar cumplimiento a la estrategia europea, el Pacto Verde, como a la estrategia española.
 
¿Cómo deberíamos abordar los retos de la descarbonización del parque edificado? ¿Dónde habría que hacer hincapié?
El aspecto principal y básico sería la transposición y cumplimiento de las directivas europeas en materia de eficiencia energética. En este sentido no estamos trabajando al ritmo esperado y vamos muy retrasados, como se ha manifestado por las partes involucradas
 
En obra nueva se irá realizando, pero en el ámbito de la rehabilitación no terminamos de arrancar. Sabemos cuáles son las causas y debemos actuar sobre ellas para acelerar la incorporación de la eficiencia energética en el parque construido.
 
Superado este primer hándicap, deberíamos fijarnos –conforme a lo que nos indica la Hoja de Ruta para la Descarbonización del proyecto Building Life– en los materiales, en el análisis de su ciclo de vida y en el carbono embebido, porque tienen un gran peso en términos de impacto ambiental y consumo de energía en edificación. Debemos animar a las empresas a publicar fichas de materiales y acelerar las bases de datos disponibles para los profesionales del sector.
 
¿Qué papel juegan los bosques en la descarbonización del parque edificado?
Como dice la Hoja de Ruta de GBCe, al tener en cuenta los materiales que se emplean en construcción y su impacto ambiental, debemos pensar en incorporar biomateriales; materiales que son naturales y que permiten reducir las emisiones en su utilización.
 
Los materiales procedentes de los bosques, como la madera o el corcho, son soluciones naturales que funcionan como reservorios de carbono y que en su proceso productivo (y transformador) generan muchas menos emisiones que otros productos para la construcción. Además, estos materiales permiten su recuperación y reciclaje al final de la vida útil del edificio, cumpliendo con criterios de economía circular.
 
Por otra parte, al permitir una ejecución en seco, acelerando el proceso constructivo, la madera se ha integrado muy bien en los nuevos modelos de ejecución, como la construcción industrializada.
 
¿Es viable la construcción con madera a gran escala? ¿Qué riesgos se corren ante una sobre demanda?
Es cierto que, a día de hoy, está aumentado la demanda de madera para la construcción. Pero en el contexto europeo encontramos diferencia entre países. La normativa de silvicultura y la aplicación de estándares forestales, como los del FSC, sirven para garantizar la sostenibilidad.
 
En el caso de España, frente a otros países europeos donde el uso de la madera en construcción es más frecuente, tenemos todavía un gran margen de crecimiento. En nuestro país, las tasas de corta están entorno al 40%, pudiéndose incrementar hasta un 50% o 60% sin comprometer la sostenibilidad en la gestión forestal. Además, este uso del suelo para explotación forestal también contribuiría a garantizar el buen estado de los bosques minimizando el riesgo de incendios, al producirse un mayor control y cuidado. Aumentar la tasa de corta nos permitiría reducir esa vulnerabilidad frente a los grandes incendios.
 
Sin embargo, para lograr un buen crecimiento en este sector tenemos muchos deberes por hacer. España ha sido tradicionalmente un país agrícola y ganadero, y partimos de una situación de crecimiento de la masa forestal por abandono de estas actividades tradicionales. Esto significa que tenemos que mejorar la gestión e introducir instrumentos de ordenación y planificación en gran parte del territorio –solo el 20% de la superficie forestal está ordenada y planificada en España, cuando deberíamos estar en el 50%-60%–. Además, gran parte de esta superficie es pública, por lo que hay que crear herramientas que articulen la explotación de la superficie privada. Por último, tenemos el tema de la volatilidad del mercado. Necesitamos que el aumento del precio de la madera redunde en mejoras en el sector, dinamizando y orientándolo hacia actividades de mayor valor añadido para la edificación.
 
¿Y las certificaciones de sostenibilidad? ¿Qué papel juegan en el equilibrio de los bosques?
Nosotros pensamos que, además de las leyes silvícolas de obligado cumplimiento, es importante incorporar estándares de sostenibilidad como FSC. Esta herramienta incluye más de 200 indicadores a verificar y va un paso más allá de la legislación dada. Por ejemplo, nosotros tenemos en cuenta la rentabilidad económica para la propiedad, además de tener en cuenta aspectos relacionados con el impacto ambiental (valores de conservación, regeneración y/o restauración de las plantaciones, etc.) y la repercusión social (trabajo digno, seguro, justo y equitativo…). Todos estos indicadores contribuyen a lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda, evitando una explotación poco sostenible o que suponga un gran precio ambiental.
 
Además, una correcta gestión ambiental también contribuye al objetivo de lograr 0 emisiones de carbono, ya que, a través de la recuperación de los bosques, podemos compensar la huella ambiental generada durante su explotación.
 
¿Qué aporta FSC al proyecto Building Life?
Al ser una organización representativa del sector de la madera –un sector pequeño y muy atomizado en España– ofrecemos la posibilidad de convertirnos en un interlocutor entre la construcción y esta industria, para lograr el objetivo de la descarbonización.
 
¿Cómo valora el proyecto Building Life?
Nos parece de gran valor para el sector. No es baladí que sea GBCe la asociación que lidera este proyecto, ya que lleva años trabajando por la sostenibilidad en la construcción en España. Los cambios se producen cuando interviene la sociedad civil y, en este sentido, GBCe es una de las entidades de referencia dentro del sector de la construcción, con capacidad de interlocución a muchos niveles y gran impacto social.