Green Building Council España


Medir es clave para conocer el comportamiento energético del edificio. Sin embargo, realizar las simulaciones en las fases previas del proyecto nos permitiría implementar las medidas para lograr la mejora energética del inmueble antes de su ejecución. Así lo cree Alba Campos, consultora de Sostenibilidad de Zero Consulting, EA Verde y embajadora del proyecto #BuildingLife. También destaca la necesidad de hacer cambios a nivel normativo, teniendo en cuenta el carbono embebido para lograr la descarbonización del parque edificado. 
¿Lograr la descarbonización del parque edificado es la solución para los problemas relacionados con el edificio y su entorno?
Es evidente que a nivel urbano existen una serie de problemas como puede ser, por ejemplo, la movilidad, que afectan de manera directa a la calidad de vida en las ciudades y a la lucha contra el cambio climático. Pero sin lugar a dudas, la descarbonización del parque inmobiliario es el aspecto más relevante, y supone un porcentaje muy elevado de las emisiones de nuestro país.
¿Cómo podemos paliar el problema de las emisiones desde el sector?
Debemos modificar nuestra forma de construir y, además, hacerlo desde una etapa inicial del proyecto. Eso significa que son muchos agentes los que deben cambiar su manera de hacer, empezando por las promotoras, los proyectistas, los estructuristas, los ingenieros de instalaciones, los fabricantes, los constructores o los instaladores… Incluso llegando a las gestoras de residuos.
Para ello, todos los agentes deben cambiar la forma de mirar y entender el edificio desde la fase de proyecto hasta la fase de demolición y reutilización de los materiales. Además, tenemos que apostar por la medición. Es la única forma de evaluar si este modelo de diseño y construcción de un edificio logra el objetivo de reducir sus emisiones. Tenemos que apostar por el análisis del ciclo de vida completo del edificio
Medir es clave pero, ¿se apuesta por ello, por conocer el impacto ambiental del edificio? 
El análisis del ciclo de vida es un estudio en sí, en el que las herramientas se utilizan para tomar datos y evaluar la sostenibilidad de ese edificio. Es clave para entender el funcionamiento energético del inmueble, su huella ambiental. Este análisis funciona de manera independiente a la certificación y nos aporta una información valiosa sobre el edificio.
Y en cuanto a las calificaciones energéticas, ¿la gente las entiende y de tal manera las aplica? 
Las certificaciones son una herramienta bastante consolidada en nuestra normativa del Código Técnico de la Edificación, donde desde hace años se han ido aumentando las exigencias de consumo de energía no renovable, de CO2 operativas… De hecho, en la actualidad, en obra nueva estamos consiguiendo unos consumos y unas emisiones de CO2 operacionales bastante bajas.
Ahora bien, hemos de hacer un cambio. No se trata de ser más exigentes en la normativa, donde tenemos que focalizarnos más en las emisiones de CO2 embebidas, que está muy poco desarrollada.
Además, deberíamos apostar más por las simulaciones energéticas, dejar de verlas como un trámite, como un estudio final y utilizarlas como herramientas de diseño. Es ahí donde está el potencial del estudio. Hay que hacerlo en el momento donde puedes proponer acciones de mejora y luego aplicarlas.
Es un poco como el precertificado con VERDE, que se hace en fase de proyecto, y luego lo certificas (registro). 
Exacto. Debería ser una herramienta que se utilice, igual que se hacen precálculos de estructuras en proyectos básicos, para ver cómo se comporta el edificio a nivel energético y que pueda influir en las tomas de decisiones de diseño.
Nos comentas que el sector es consciente de la importancia de la medición y apuesta por la certificación, ¿y el usuario final? 
Aquí tenemos que diferenciar entre rehabilitación y obra nueva. La gente está más concienciada con que hay una letra energética en los edificios de obra nueva y, al igual que ocurrió en el sector de la automoción, el nuevo propietario cada vez apuesta más por comprarse una vivienda eficiente. Aunque no sepa muy bien todo lo que implica. Sabe que tiene que ir a por una certificación A.
En cuanto a la rehabilitación, aún estamos lejos de que se entienda desde un punto de vista energético del parque inmobiliario. Se compran y venden pisos con letras muy malas. O incluso se alquilan. Y creo que lo que ayudará mucho en estos aspectos es que haya unos estándares mínimos de comportamiento energético que serían los MEPS para los edificios existentes. Quiero decir, tú no deberías poder poner en alquiler una vivienda que no cumpla con los requisitos mínimos de eficiencia energética. Eso será una manera de obligar o impulsar a que la gente tome un poco de conciencia sobre la rehabilitación del parque edificado.
 
Acerca de BuildingLife

BuildingLife es un proyecto liderado y coordinado por World Green Building Council (WorldGBC) y GBC España, en el que 10 Green Building Councils europeos (Alemania, Croacia, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido) van a  impulsar la acción climática en el sector de la edificación para la descarbonización del entorno construido en todo su ciclo de vida. Para ello generarán una hoja de ruta a nivel europeo y hojas de ruta nacionales en los 10 países participantes que guíen los cambios a llevar a cabo en los próximos años.

Mediante la combinación de acciones del sector privado con políticas públicas, #BuildingLife pretende abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida. El proyecto no solo se centra en las emisiones operativas de los edificios, sino también en el impacto ambiental de las fases de fabricación, transporte, construcción y fin de vida de los activos construidos, a menudo denominadas emisiones incorporadas.

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