Green Building Council España

Felipe Pich-Aguilera, doctor arquitecto y co-fundador del estudio de arquitectura Picharchitects, se ha unido como embajador al proyecto BuildingLife, cuyo objetivo es abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida, centrándose no solo en las emisiones operativas del edificio, sino también en el impacto ambiental de las fases de fabricación, transporte, construcción y fin de vida de los activos construidos
Felipe comparte con nosotros su visión acerca de la rehabilitación energética, las acciones que lleva a cabo desde su despacho para promover la sostenibilidad de los edificios, así como las maneras de promover el uso de las energías renovables, tanto en el sector público como en el privado.

La rehabilitación energética va lenta y es clave para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, ¿cuáles crees que son las causas que dificultan su camino?

Creo que en nuestro país, la rehabilitación aun no se ha puesto en marcha, al menos de un modo sistemático. Eso quiere decir que vamos muy atrasados y llegado el momento, deberemos hacer un doble esfuerzo para ponernos al día.

A continuación, expongo algunas ideas, que a mi entender son síntomas (o causa), de nuestro atraso endémico en ese sentido:

  • Existe una terrible confusión entre Restauración y Rehabilitación. No podemos pedirle a un edificio antiguo, que vuelva a ser lo mismo que un día fue, añadiéndole además todo lo que exigimos hoy a un edificio nuevo. Eso hace inviable el proceso, o carísimo, y demuestra además una deficiencia cultural.
  • La rehabilitación hoy no es económicamente atractiva, porque normalmente lo más barato suele ser demoler y construir de nuevo. Eso es así, no por casualidad.
  • La estructura de la propiedad inmobiliaria está muy atomizada y las leyes que rigen las comunidades de vecinos obligan a decisiones unánimes. Eso impide emprender paulatinamente mejoras en los edificios que no sean estrictamente obligatorias, y la rehabilitación energética no lo es.
  • El sistema tarifario e impositivo de la energía no favorece el ahorro de consumo (más bien lo contrario). Así pues, las inversiones en rehabilitación no obtienen retornos suficientes que favorezcan ese impulso.
  • Supuestamente, nuestro país tiene un «buen clima». Ese tópico está en la cultura y los hábitos de la gente, que tiende a no dar mucha importancia al asunto. El caso es que el consumo es altísimo (entorno al doble de lo que fácilmente podría ser) y  muchos hogares no alcanzan a pagar las facturas durante el invierno.

 
¿Su organización tiene planes para la descarbonización de sus edificios? ¿Contempla el ciclo de vida?
Realmente nosotros nos dedicamos a hacer proyectos y supervisar su construcción. Debemos prescribir materiales y soluciones que tengan menor carga de carbono, pero para ello necesitamos contar con datos fiables al respecto. Hoy por hoy, tenemos muy poca información contrastada sobre la carga de co2 embebida en los materiales disponibles. En cada proyecto tratamos de cuantificar y valorar ese aspecto para decidir en consecuencia, pero nuestra labor sería mucho mas eficaz si contásemos con información previa en este aspecto, de los sistemas y materiales disponibles en la construcción. El ciclo de vida es un factor determinante y condiciona mucho la idoneidad de los materiales, porque un producto con bajo impacto puede ser inapropiado si no es durable, o si llegado el momento no puede reciclarse por estar adherido a otras sustancias.
¿Cómo hacer un seguimiento, más allá del cumplimiento, para que las emisiones de CO2 se reduzcan en la realidad, no en el papel?
Primero debemos contar con información del fabricante, luego hay que controlar que esa información es correcta y finalmente, hay que establecer un compromiso del fabricante sobre la reciclabilidad futura del material que hoy suministra. Para ser operativos, hemos de tender a que el fabricante venda servicio ligado a un material y no el material en sí mismo. Vamos hacia un leasing de los materiales y esa es la base lógica, para una economía circular.
¿Debería empezar a sancionar a aquellos edificios que emiten mucho?
Una economía circular no necesitará sancionar. Simplemente un edificio muy emisor será ineficiente dentro de esa lógica y resultará tan caro, que ya no llegará a producirse. El problema real pues, no es la nueva edificación, sino los edificios existentes, que a menudo son grandes consumidores de energía. En este ámbito, bien valen algunas de las consideraciones de mi encabezamiento de antes.
¿Quién debería promover la producción de energía renovable? ¿El público o el privado?
Yo creo que la producción renovable debe hacerse de forma privada y muy descentralizadamente. La administración debe favorecer ese impulso y sobretodo allanar las trabas administrativas que hoy tanto dificultan el proceso. La administración, debería sobretodo impedir que las grandes compañías energéticas pongan palos en la rueda, como están haciendo, dificultando enormemente el cambio hacia las renovables.
¿Has oído hablar del pasaporte del edificio? ¿Cómo los ayuntamientos medirán su evolución?
Es imprescindible identificar los materiales en circulación, porque es el primer paso para seguir su rastro y propiciar su reciclaje. Poco a poco las licencias de construcción y rehabilitación, se convertirán en autenticas aduanas para gestionar y cualificar el trafico de los materiales.
¿Cómo impulsar la economía y la fabricación local, como clara acción en la reducción de CO2?
La fabricación de componentes es un sistema que favorece la producción local y el bajo impacto del transporte. Así pues, al idear un edificio como ensamblaje de componentes fabricados, entre muchas otras ventajas, estamos favoreciendo a las industrias y los trabajadores locales y favoreciendo su reciclaje en el futuro.
 
Acerca de BuildingLife

BuildingLife es un proyecto liderado y coordinado por World Green Building Council (WorldGBC) y GBC España, en el que 10 Green Building Councils europeos (Alemania, Croacia, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido) van a  impulsar la acción climática en el sector de la edificación para la descarbonización del entorno construido en todo su ciclo de vida. Para ello generarán una hoja de ruta a nivel europeo y hojas de ruta nacionales en los 10 países participantes que guíen los cambios a llevar a cabo en los próximos años.

Mediante la combinación de acciones del sector privado con políticas públicas, #BuildingLife pretende abordar el impacto total de los edificios en todo su ciclo de vida. El proyecto no solo se centra en las emisiones operativas de los edificios, sino también en el impacto ambiental de las fases de fabricación, transporte, construcción y fin de vida de los activos construidos, a menudo denominadas emisiones incorporadas.

CONOCE MÁS ACERCA DE BUILDINGLIFE

CONVIÉRTETE EN EMBAJADOR/A